¡Una nueva política, por favor!

En las últimas electiones estadounidenses, el líder del partido Demócrata en el Senado, Daschle, fué derrocado después de 18 años en el Senado, y otros 9 en la Casa de Diputados.

La tristeza real de esta noticia no fué que se tiene que ir a casa, después de tantos años, sinó que en parlamentos nacionales hay muy poca, demasiado poca rotación. Se deberían irse a casa muchos más y muchos más veces.

Desgraciadamente, no hay mucha posibilidad de que se vea una apertura en los sistemas bipolares, los de dos partidos. Al contrario, los desarrollos que se ven es hacia más y más sistemas con solo dos partidos que importan.

En EEUU el bipartidismo es extremo, en España, Reino Unido, Alemania y Australia están casi ahí (disculpas a algunos Demócratas, Social Demócratas e izquierdas). En otros países, como Israel e Italia, por ejemplo, los sistemas son más diversos.

No sería fantástico para los electores si tuviéramos más partidos, los más mejor. ¡Denos más alternativas!

Por supuesto, lo mejor sería desahacernos completamente de los partidos y dejar solo políticos independientes. Esto libraría el control directo y hermético de los partidos y el poder volvería más hacia el pueblo.

Un sistema de Democracia real requeriría que los partidos not tengan ningún papel, o por lo menos, ningún papel directo en la política. Esto necesitaría un retroceso de lo que es la actual aparentemente inevitable consolidación de nuestras alternativas electorales. Uno de estos días, puede que publique aquí una descripción de mi alternativa, bastante más radical.